Nuestra casa es muchas cosas. Y todas buenas. En ella nos sentimos seguros, confiados, tranquilos, rodeados de las personas y las cosas más queridas. En definitiva, un valioso refugio vital en el que desconectar y dejar atrás el ruidoso y ajetreado mundo exterior. Aunque todas las habitaciones son importantes y cumplen su papel, los dormitorios son un espacio aún más especial. Dormir nos repara, nos recarga de energía, nos ayuda a vivir. Y, sin embargo, nuestra habitación no siempre reúne las mejores condiciones para hacerlo posible. Es cierto que el mobiliario y la decoración refleja nuestros gustos y nuestra forma de ser, pero en el caso de los dormitorios debemos ir un paso más allá: su diseño, además de gustarnos, ha de ayudarnos a conciliar fácilmente el sueño.
Si quieres convertir tu habitación en un verdadero templo del descanso, sigue estos seis pasos. Serán tus mejores cómplices para lograr una desconexión real.
1. Rodéate de colores relajantes.
El color es muy evocador. Pueden activarte –como los rojos, los naranjas o los amarillos intensos- y también desactivarte -los blancos rotos, los arena y grises suaves o los verdes empolvados- . Usa estos últimos para la ropa de cama, las cortinas o estores, las alfombras y para empapelar o pintar las paredes.
2. El mobiliario, mejor de madera natural y tonos claros. La naturaleza tiene un efecto calmante que te puedes llevar al dormitorio. Evita en lo posible lo sintético y opta por acabados en tonos suaves. Te recomendamos que uses un cabecero tapizado o de lamas de madera que tenga el suficiente tamaño como para tener un cierto protagonismo en la estancia.
3. Textiles y texturas naturales, por supuesto. Lo de meter la naturaleza en tu habitación no solo se aplica al mobiliario sino también a los tejidos. Es el mejor traje de noche para tu casa y combina muy bien con las maderas claras. Deja que te envuelva el algodón, el lino o la lana. Su tacto es único y complementa al sentido de la vista en su efecto calmante. Es el mejor traje de noche para tu casa y combina muy bien con las maderas claras.
4. El colchón, que sea cómodo, de calidad y siempre con dos caras.
No escatimes a la hora de elegirlo porque se trata del elemento central para conseguir un buen descanso. Los colchones con muelles ensacados dan muy buen resultado. A mayor número, más eficaz su función de no transmitir el movimiento cuando compartes la cama. Es importante que esté tapizado con un tejido fresco para el verano y con otro cálido en la otra cara para el invierno. Hay modelos híbridos que cuentan con una capa de viscolástica en una de sus caras, una solución muy demandada por su adaptabilidad respecto a la forma y el peso del cuerpo, aunque por su calidez, mejor para el invierno. Busca también que sea transpirable. Es fundamental, especialmente en verano. Por ejemplo, opta por un modelo elaborado con fibras hipoalergénicas. Favorecen su ventilación y consiguen un efecto fresco muy agradable.
https://muebleslafactoria.es/comprar/colchones/
5. Luz ambiente.
Al igual que el color, la iluminación ha de ir en sintonía con el tipo de ambiente que estamos creando. Ha de ser cálida, indirecta y regulable. Solo si te gusta leer en la cama incluye alguna pieza de una luz más intensa, mejor si es tipo flexo para dirigir el foco.
6. Funcionalidad y almacenaje.
No te olvides de la parte práctica del mobiliario. Usa siempre mesitas de noche con cajones, diseña bien el interior de tu armario para aprovechar al máximo el espacio no prescindas de una cómoda que complemente el conjunto y te ayude a tenerlo todo ordenado.
En conclusión, no hacen falta una gran inversión para convertir tu dormitorio en un auténtico santuario del descanso. Unos pocos cambios, pero bien pensados, conseguirán ese vuelco que estás buscando. Podemos ayudarte a darlo. Solo tienes que visitar tu tienda de Muebles La Factoría más cercana y habrás dado el primer paso para lograrlo.
