A pesar de que muchas veces pasan desapercibidas, las alfombras son piezas textiles de gran valor para la decoración de las estancias. Además de aportar un toque especial a la estética de los hogares, cumplen la función de elemento aislante, perfecto para cuando empiezan a bajar las temperaturas durante el otoño y el invierno. Para elegir la mejor alfombra hay varios factores a considerar. ¡Toma nota de estos tips de nuestro blog de Muebles La Factoría y dale a tus ambientes un toque diferente!
Dónde colocar la alfombra
La ubicación de las alfombras depende de tus gustos y necesidades, ya que son objetos versátiles que se adaptan a cualquier espacio del hogar. Usualmente suelen colocarse en el salón delante de los sofás o sillones. Sin embargo, también encajan y cumplen su función en los dormitorios, pasillos, comedores, baños, cocinas o terrazas. Exteriores o interiores, todo vale. Eso sí: se debe tener especial cuidado en la selección del material, considerando su resistencia al tránsito y a factores externos.
El tamaño y la forma importan
Una vez determinado el lugar dónde quieres poner la alfombra, el siguiente paso es tomar medidas y decidir qué dimensiones son oportunas. Un error que suele cometerse es elegir una alfombra muy pequeña, por ello es importante asegurarse de que las mismas cubran por completo el espacio asignado. Las alfombras también sirven para delimitar zonas del hogar, y cuanto más grandes sean, más lucirá su diseño y colores. Las clásicas son las rectangulares, pero también las hay cuadradas, circulares y con formas variadas, como figuras geométricas.
Un mundo de materiales a tu alcance
Estilos de alfombras
El mejor material para las alfombras depende del uso que decidas darle. Aquellas de tejidos naturales son más costosas y delicadas, pero aportan al estilo del hogar por su exclusividad. Las sintéticas son una mejor opción para zonas de mucho tránsito y son más económicas. Algunos de los materiales más utilizados son: algodón, lana, sisal, yute, acrílico, viscosa, polipropileno o bambú. Las hay de pelo largo o corto, ya que la superficie de una alfombra determina su grado de suavidad, y se mide según la altura y el rizado del pelo. A mayor densidad (cantidad de pelo), más peso y más resistencia; por lo que la pisada se hunde con mayor facilidad.
La variedad de alfombras es infinita. Es que inicialmente son un lienzo en blanco donde todo cabe. Las lisas son las más tradicionales y elegantes, pero también las hay con estampados, de colores llamativos o con dibujos. Estos últimos son la mejor opción si se busca que la alfombra sea la protagonista. Sin embargo, si la intención es que destaquen otros muebles u objetos, el estilo clásico es acertado. Para los dormitorios infantilesvan muy bien aquellas con dibujos de los personajes favoritos de los niños, o incluso aquellas alfombras “estilo mapa” que permiten jugar e interactuar encima con los juguetes.
Cuidado y mantenimiento de alfombras
El cuidado de las alfombras no es un tema menor. Por eso es importante informarse antes de adquirir una en qué consiste el mantenimiento de la misma, ya que varía según su material. Si la alfombra está en un lugar de mucho paso, hay niños o animales, lo mejor es que sea del tipo resistente y fácil de limpiar. Una alfombra de tonos oscuros o con dibujos también es una buena elección, ya que disimulan las huellas de los pies entre una limpieza y otra. Una forma de limpiar las alfombras es usar amoniaco líquido con guantes de goma y en un espacio abierto. El agua tibia con un paño o cepillo de cerdas suaves, la mezcla de vinagre, limón y bicarbonato o la sal de mesa (para combatir los malos olores) son otros trucos caseros para el mantenimiento.Luego de la limpieza siempre deben secarse al aire libre.
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